A pesar de la difusión de un video en el que Monseñor Mario Antonio Cargnello admite haber conducido sin licencia y tras haber consumido alcohol, la falta de un control de alcoholemia en el momento del incidente evitó consecuencias más graves para el arzobispo.
Justo Herrera, presidente del Tribunal Administrativo de Faltas (TAF) de Salta, explicó que, debido a la ausencia de un registro formal de la infracción, no pueden aplicar una sanción por alcoholemia, incluso si hay una confesión de parte. «Sería arbitrario aplicar la ley más allá de lo que nos compete», afirmó.
Con respecto a la licencia, señaló que Monseñor se presentó voluntariamente ante Tránsito para entregar el carnet y permitir que la justicia actúe en consecuencia.
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