Aumento salarial en el Senado desata críticas y rechazo del presidente Milei

En un reciente acuerdo entre las autoridades de la Cámara y los sindicatos legislativos, se anunció un incremento del 6,5% en las dietas de los senadores, que se aplicará en dos tramos: un 3,5% retroactivo al 1 de julio y un 3% a partir del 1 de agosto. Este aumento elevará las dietas de los senadores a más de 9 millones de pesos brutos, lo que equivale a cerca de 8 millones de pesos netos.

La decisión, firmada por representantes de la Secretaría Parlamentaria y la Administrativa de ambas cámaras, así como por los sindicatos Asociación del Personal Legislativo (APL), Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), ha generado un clima de indignación en el ámbito político. El presidente Javier Milei no tardó en expresar su descontento, calificando el aumento como «vergonzoso» a través de un extenso post en la red social X, donde recordó que poco tiempo atrás los senadores ya habían incrementado sus sueldos a 7 millones de pesos.

“Parece que no les alcanza”, señalo Milei, enfatizando su rechazo a la decisión que consideró fuera de lugar en el contexto socioeconómico actual, donde muchos ciudadanos enfrentan dificultades económicas.

Contrario a lo sucedido en el Senado, los diputados no verán reflejada esta cuantiosa suma en sus haberes, ya que Martín Menem, titular de la Cámara baja, ha estipulado que sus dietas no se verán afectadas por los incrementos destinados al personal legislativo.

El aumento salarial ha sido objeto de múltiples críticas desde su anuncio, con muchos argumentando que la cifra es alarmante cuando se compara con los índices salariales de la población en general. Así, se cuestiona la falta de acción por parte de los legisladores para “desenganchar” sus aumentos de los empleados de la Cámara, una facultad que ya utilizaron entre 2019 y 2022.

Mientras la controversia se intensifica, se espera que el debate sobre el salario de los legisladores continúe en el ámbito público y privado, generando un intenso escrutinio sobre la gestión y prioridades del Congreso en tiempos de crisis económica.