Las tensiones internas en La Libertad Avanza (LLA) volvieron a escena luego de que resurgieran declaraciones de dirigentes libertarios contra José Luis Espert, hoy aliado de Javier Milei.
El diputado y economista fue señalado en reiteradas oportunidades por miembros del espacio como cercano al empresario Fred Machado, acusado de narcotráfico. Las advertencias, que datan de antes de su incorporación a LLA, reflejan el malestar que generó su pase al oficialismo libertario.
En octubre de 2023, cuando Espert anunció su apoyo a Milei en el balotaje, Agustín Romo —actual presidente del bloque de LLA en la Legislatura bonaerense— lo había cuestionado con dureza: “Qué suerte tenemos los liberales de que Milei se haya metido en política. Sin él seguiríamos representados por el valijero de Espert, que a la primera que pudo se subió al avión de un narcotraficante”.
Más atrás en el tiempo, en febrero de 2023, la diputada Lilia Lemoine había sido aún más explícita: “En 2019 lo bancaba un narco”. La legisladora, entonces figura emergente del mileísmo, lo acusó además de “meterse en política por guita”, de “misógino” y de haberse quedado con fondos destinados a boletas electorales en 2021.
Durante una entrevista televisiva, Lemoine sostuvo incluso que el ataque que sufrió en campaña no había sido un piedrazo contra la camioneta de Espert, sino “un balazo” vinculado a los presuntos nexos con Machado. “Una persona traicionera, con problemas con narcos”, lo calificó.
Hoy, pese a esas denuncias previas, Espert integra la estructura de LLA y comparte espacio con quienes lo habían repudiado. El contraste entre las acusaciones pasadas y su presente como aliado político reaviva el debate en torno a la coherencia interna del oficialismo libertario.
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