En un reciente y acalorado debate, la diputada nacional Lilia Lemoine arremetió contra la vicepresidenta Victoria Villarruel, comparándola con la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner y cuestionando su lealtad a su partido. En el contexto de una creciente ruptura entre Villarruel y el presidente Javier Milei, Lemoine subrayó que, a pesar de los errores de Cristina Kirchner, ella «no traicionó a su partido y a la gente que la llevó al poder», destacando una diferencia crucial en sus estilos de liderazgo.

Lemoine hizo estas declaraciones en una entrevista en Laca Stream, donde utilizó el término despectivo “bichacruel” al referirse a Villarruel, citando una reciente intervención de la vicepresidenta en la que se refería a Milei como “jamoncito”, un comentario que Lemoine consideró inapropiado y poco serio. “Si fuera mi vecina no seríamos amigas. Igual que tampoco sería amiga de Cristina. No es el tipo de persona que podría ser amiga mía”, afirmó.
La tensión se intensifica entre las figuras de La Libertad Avanza tras las declaraciones de Milei, quien cuestionó públicamente la injerencia y participación de Villarruel en el gobierno. En una entrevista en LN+, el presidente declaró que «ella no tiene ningún tipo de injerencia en la toma de decisiones», lo que acentuó el enfrentamiento dentro del partido.
En medio de esta disputa, Lemoine criticó a Villarruel por su manejo de un problema diplomático reciente con Francia, el cual se originó tras un polémico video en donde jugadores de la selección argentina cantaron una canción considerada racista. “Ella irresponsablemente nos generó un conflicto diplomático con Francia”, comentó, defendiendo la actuación de Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, quien se encargó de desactivar la crisis.
Lemoine también cuestionó el “nacionalismo selectivo” de Villarruel, aludiendo a su falta de apoyo hacia los hijos de veteranos de la Guerra de Malvinas en un contexto donde se facilitaron viajes a las islas sin visa. «El nacionalismo es una cosa y el patriotismo es otra», enfatizó, dejando la pregunta abierta sobre a qué categoría pertenecía Villarruel.

La diputada finalizó su intervención recordando cómo Villarruel, tras un tiempo alineada con la educación pública, cambió su postura al ver que esta no le aseguraba popularidad. «Cobra 8 millones de pesos por mes, tiene asesores para trabajar en el Senado, y lo único que le pedimos es que haga sonar la campanita», reclamó.
El cruce entre Lemoine y Villarruel agrega una nueva capa de complejidad a la ya frágil coalición de La Libertad Avanza, y pone de relieve las tensiones que podrían impactar en su desempeño electoral en el futuro cercano.
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