septiembre 30, 2025

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Título: Bullrich y Sáenz defienden alambrado fronterizo con Bolivia: «No debemos dar explicaciones»

Bullrich y Sáenz defienden el alambrado en la frontera con Bolivia, asegurando que no necesitan dar explicaciones al país vecino.

La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, y el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, salieron en defensa de la iniciativa municipal de Aguas Blancas para la construcción de un “alambrado perimetral” de 200 metros en la frontera con Bolivia. La medida ha generado polémica tras las críticas del gobierno boliviano, liderado por Luis Arce.

El gobernador Sáenz enfatizó que «no tenemos por qué explicarle a Bolivia lo que estamos haciendo», al tiempo que minimizó las preocupaciones del país vecino. «Un poco están enojados porque tomamos medidas que antes no se tomaban», sostuvo en una entrevista con LN+, resaltando que el propósito del alambrado es facilitar el control de quienes cruzan la frontera.

El alambrado, que se ubicará cerca del Río Bermejo, tiene como objetivo dirigir a los viajeros desde la terminal de ómnibus de Aguas Blancas hacia el paso de Migraciones. Sáenz calificó como «cómico» el comunicado emitido por la Cancillería boliviana y reiteró que la construcción no invade territorio ajeno, afirmando que está dentro del ámbito municipal.

«No tenemos por qué dar explicaciones sobre este tema. La frontera son 740 kilómetros. Estamos hablando de dos cuadras y media dentro de nuestra casa», argumentó Sáenz, explicando que la intención es simplemente registrar quién entra y sale del país de manera ordenada.

Además, el gobernador sugirió que la molestia del gobierno boliviano podría estar relacionada con cambios en la política de salud pública, que incluye la eliminación de la atención gratuita para extranjeros, implementada hace once meses. «No hay nada en contra de los países vecinos. Lo que estamos buscando es eficientizar los recursos y ser justos con los nuestros», concluyó.

La defensa del alambrado por parte de los funcionarios argentinos refleja la creciente tensión en la relación bilateral, aunque Sáenz se apresuró a aclarar que no hay intención de hostigar a Bolivia.