El partido de ida por los cuartos de final de la Copa Libertadores entre Flamengo y Estudiantes no solo dejó la victoria del “Mengao” en el marcador, sino también una fuerte polémica que amenaza con trasladarse a los escritorios de la Conmebol.
El uruguayo Matías Viña, lateral del conjunto brasileño, denunció que el cuarto árbitro de la cuarteta colombiana le habría advertido al entrenador de Estudiantes, Eduardo Domínguez, que sacara del campo a Facundo Farías para evitar su expulsión, ya que el jugador tenía amarilla.
“Todos lo escucharon. Hablo español. El cuarto árbitro le dijo al DT de Estudiantes que su jugador ya tenía tarjeta amarilla. Luego, en el segundo tiempo pasó lo mismo”, señaló Viña en zona mixta, visiblemente indignado.
La acusación generó un fuerte malestar en el plantel de Flamengo, que se sintió perjudicado por un arbitraje que calificaron de “parcial” y “condicionado”. Aunque lograron quedarse con el triunfo, la tensión con la terna arbitral podría escalar a reclamos formales ante la Confederación Sudamericana.
La controversia empaña lo deportivo y reabre el debate sobre la transparencia arbitral en la Copa Libertadores, donde una sola decisión puede alterar el rumbo de una serie decisiva.
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